Cambios de agua y mantenimiento
CAMBIOS DE AGUA Y RUTINA DE MANTENIMIENTO
En un acuario maduro ya no hay que preocuparse de tóxicos como el amoniaco y los nitritos, pues las bacterias los convierten en soportables nitratos. Pero esos nitratos se van acumulando, y más aún con la sobrepoblación y la sobrealimentación. Pueden llegar a niveles perjudiciales para los peces.
La mejor manera de reducirlos, además de tener alguna planta natural, son los cambios de agua parciales. Los cambios de agua renuevan parte del agua vieja del acuario, llevándose nitratos y otras sustancias perjudiciales con ellos.
No hay una medida fija para saber cuándo hacer los cambios de agua, pero en general, en un acuario no sobrepoblado, se acepta que lo ideal sería cambiar un 30% del agua una vez por semana, acompañado de un sifonado del fondo.
Sifonado del fondo.
Si sólo cambiamos agua, estaremos dejando el suelo lleno de detritos y desechos que a la larga subirán los nitratos en el acuario, así que un buen sifonado semanal es imprescindible, y a la vez, vamos aspirando agua.
No compres sifonadores a pilas, no sirven para nada. Utiliza el típico sifón manual que venden en las tiendas, o si no, puedes hacerte uno con una jeringa de 50 ml de cono ancho, un trocito de manguera o tubo flexible y si quieres, un palito.
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Tipos de sifones, el primero, uno casero de jeringa; el segundo, uno profesional con llave de paso y el tercero, uno normal |
El funcionamiento de los sifonadores es muy sencillo: basándonos en la gravedad, colocamos un cubo más bajo que el acuario, introducimos la campana del sifón, y succionamos durante un par de segundos por el otro extremo (no más, que si no nos llevaremos un buen trago). El agua comenzará a fluir sin problema, y podremos empezar a sifonar introduciendo el sifón en la gravilla y removiendo. Cuidado, evitaremos desenterrar las plantas.
Si el acuario es pequeño, puede que con sifonar un par de cubos de agua sea suficiente. Pero para acuarios grandes, resultaría muy pesado el tener que transportar varias decenas de cubos. Así que si disponemos de un sifonador con llave de paso (como el de la fotografía), que podamos conectar a una manguera, podemos sifonar el agua directamente al WC, al bidet o a un desagüe. En este caso los pasos son los mismos que con el cubo: hay que llenar de agua el sifón, y cerrar la llave, antes de conectarlo a la manguera.
A título personal, sólo decir que cuando me pasé a este último sistema, descubrí que la acuariofilia puede ser veintemil veces más comoda y doscientas veces más rápida. Imaginaros sostener y vaciar lentamente cuatro cubos de 10l a una altura de metro y medio, y eso todas las semanas, además de cargar con el agua de desecho en esos mismos cubos.
Y así sifonamos tranquilamente nuestro acuario, hincando el sifón en la gravilla o en la arena para absorber los detritos, y de mientras, vamos quitando agua, hasta llegar al 30%.
Una vez terminado, llega la hora de llenarlo. Como generalmente, el agua del grifo suele tener bastante cloro, sería bueno utilizar un anticloro, o dejar el agua reposando al menos 24-48h.
Algo muy importante: cogeremos agua a la misma temperatura que el acuario (sea de agua fría o de agua caliente), añadiremos el anticloro, dejaremos reposar unos minutos y la echaremos al acuario.
Si el acuario es muy grande, a veces puede ser buena idea tener un bidón grande y con ayuda de una bomba y una manguerita, devolver el agua al acuario para no tener que cargar tantos cubos.
En lugares donde el agua tiene poco cloro y su calidad es buena, se puede incluso llenar el acuario directamente con agua del grifo, simplemente adecuando la temperatura y conectando la manguera al grifo y llevándola al acuario. Yo lo hago así y me va muy bien, pero ojo, esto no vale para todo el mundo, hay sitios donde el agua lleva mucho cloro.